CASTILLO DE DOSQUERS

El castillo de Dosquers viene citado del año 1245 en el testamento del obispo de Gerona Guillem de Cabanelles. Esta fortaleza fue de siempre señal de la soberanía de los obispos gerundenses. Perteneció a la Mitra de Gerona hasta bien adelantado el siglo XIX.

A la Edad Media marcaba el dominio del Obispado respecto a las tierras del condado de Besalú y del monasterio de Banyoles. La fortaleza era mandada por un alcalde, nombrado por el obispo de Gerona. El alcalde a más de recoger las tasas podía impartir justicia en nombre del obispo en los pueblos y masías de Dosquers, Pedrinyà y Crespià. El castillo, también servía para controlar los caminos que a través del Fluvià iban a Besalú. La fortaleza definía la clave del control feudal del territorio de la fértil llanura de Crespià, Pedrinyà y Dosquers y de la separación y protección de las tierras del Obispado de Gerona de las del monasterio benedictino de Banyoles y de las del los condes de Besalú. De hecho, en diferentes documentos medievales, el obispo de Gerona reclama al alcalde que avise a los vecinos del término para que se refugie dentro de los muros del castillo como prevención del paso de las compañías (tropas mercenarias medievales contratadas por reyes y nobles).